
Acaso
y si pensabas que la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y
magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado,
hoy nos cuesta digerir esta partida, porque se hace frágil la nostalgia y el corazón
no entiende de distancias, se hace difícil sobrellevar la congoja, porque la
tristeza resulta siendo un sable que se encaja en la garganta y rasguña las entrañas.

Acaso
y hoy se sienta más real que nunca, que ningún lugar en la vida es más triste
que una cama vacía. Acaso y porque es la tuya, la que ya no albergará tu
descanso. Ya no será el lugar donde los sueños se hacían alucinaciones en carne
viva, donde hoy solo yacen los inmortales recuerdos del genio que reinvento el
lenguaje, que fundó un mundo extraordinario donde la prosa más bella, los
personajes inverosímiles y la conciencia de la historia se convirtieron en alimento
del alma.
Adiós
Gabo, genio de la literatura, nos enseñaste a vivir con el amor en los tiempos
del cólera, nos contaste la historia de tus putas tristes, nos dejaras cien
años de soledad y tristeza, pero entendemos que esto solo ha sido la crónica de
una muerte anunciada, que ha llegado en una mala hora, pero que se entiende, porque
quizás, solo los genios pueden darse el lujo de escoger, hasta el día de su
muerte.