lunes, 6 de enero de 2014

Y un día creciste


Y un día creciste, casi sin darnos cuenta, casi sin poderlo creer aún
Si fue ayer cuando secaba tu cuerpecito húmedo después de bañarte
Besaba tus pies y jugueteaba con tus deditos en mi boca y tu reías sin parar
Si fue ayer cuando dormías en mi pecho y yo soñaba escuchándote respirar
Le agradecía a Dios en silencio por ese milagro de vida, por sentirte cerca
Quería que ese momento se hiciera eterno, que nunca se pudiera terminar.

Y un día creciste, cuando menos lo imaginaba, cuando menos lo pensamos
Cuando aún recordamos, esos momentos inolvidables cuando fuiste pequeño
Cuando eras el dueño, de esas sonrisas cautivadoras que alegraban mi corazón
Aquel día que lloré de emoción, cuando te escuché decir “papá” o tus primeros pasos
Y esos lindos abrazos que me regalabas cada vez que regresaba cansado de la oficina
Tu sonrisa era mi mejor medicina y tu alegría era cada día mi razón para poder vivir.

Y un día creciste, y fuiste dejando los juguetes, para cambiarlos por una guitarra
La música se fue adentrando en tu alma y te fue haciendo demasiado sensible
Porque hiciste posible que un pensamiento se haga canción con una tonada rockera
Empezaste a ver el mundo a tu manera y descubriste que existen otros lugares
Donde hay otros cantares, se habla diferente o existe una forma de vivir como quieres
Porque eres como eres y de esa manera tú quieres, que todos te miren distinto.

Y un día creciste y te hiciste hombre, acercando esa la lejanía que nunca aceptamos
Y será porque nunca nos preparamos, para admitir que el tiempo se pasa de prisa
Que nos cuesta aceptar con una sonrisa, que los hijos no son nuestros, son de la vida
Y existe la lección aprendida, que aunque estén con nosotros, no nos pertenecen
Que aunque quizás lo merecen, podremos abrigar sus cuerpos, pero nunca sus almas
Porque ellas viven en esa casa del mañana, esa casa que nunca podremos visitar.

Pero un día creciste, te hiciste grande y dejaste atrás la etapa del crecimiento natural
Ahora para tu vida será normal, que empieces a forjar cada día tu crecimiento personal
Tienes otro papel en la sociedad, que ahora te medirá, por tu grado de responsabilidad
Pero un día creciste, me hice más viejo y tú te llenaste de juventud apresurada
Yo tengo la vida cansada y tú la vida nueva, yo tengo la experiencia, tú la esperanza
Desde hoy empiezas a generar tus propias vivencias, porque ya eres mayor de edad.

Se han pasado 18 años desde aquel día en que llegaste a mi vida y me la cambiaste por completo

Gracias por existir hijo querido...